La LD es el fármaco antiparkinsoniano más eficaz disponible1-6. Después de más de 50 años de uso, sigue siendo el tratamiento básico de la EP (NE-I).
La LD es fundamentalmente un profármaco de la dopamina; actúa a nivel central tras ser transportada en el intestino delgado por mecanismo activo3 . Es necesario evitar su transformación periférica por la enzima descarboxilasa (ubicua en múltiples tejidos) mediante carbidopa o benserazida. La LD alcanza la barrera hematoencefálica y es introducida por otro transportador de aminoácidos neutros al interior cerebral. Allí será convertida en dopamina por la descarboxilasa cerebral. Este es el mecanismo básico, pero no el único. LeWitt3 y muy recientemente Jenner6 comentaban las muchas lagunas existentes en el conocimiento de los mecanismos de la LD (NE-IV). La LD probablemente actúa en múltiples neuronas, no solamente en las dopaminérgicas nítricas (que, por otra parte, sobreviven en número decreciente) sino también, preferentemente en las serotoninérgicas y posiblemente en las intrínsecas estriadas2-6 (NE-IV). Se ha sugerido, además, que la LD posee mecanismos propios, con independencia de su conversión a DA; posiblemente la LD actúa como neurotransmisor en sí2-4 (NE-IV). La LD es capaz de modular, de forma directa o indirecta, múltiples sistemas de neurotransmisión, incluyendo el sistema noradrenérgico y glutamatérgico2-6. La LD es capaz de modificar la plasticidad del estriado denervado y estimular la liberación de factores tróficos en modelos experimentales7,8 (NE-IV).
Por otra parte, la supuesta toxicidad de la LD no se ha confirmado, no hay prueba clínica que demuestre el efecto toxico de la LD tras largos años de uso9 (NE-IV).
La LD es el fármaco antiparkinsoniano más eficaz disponible, aunque su uso precoz influye en la presencia de complicaciones motoras, especialmente en la aparición de discinesias y fluctuaciones motoras10-12 (NE-I). Las discinesias están más directamente relacionadas con la dosis total diaria de LD, mientras que para el desarrollo de las fluctuaciones también influyen la titulación de las tomas de LD, así como el tiempo de evolución y la gravedad de la clínica parkinsoniana. Sin embargo, el grado de denervación estriatal y la edad son los factores decisivos para la presencia de complicaciones motoras12,13 (NE-II). Aquellos pacientes con EP avanzada (sin tratamiento previo) que comienzan con LD pueden manifestar muy pronto complicaciones motoras13 (NE-IV). El papel de la LD en el trastorno del control de impulsos es marginal, los agonistas dopaminérgicos intervienen de forma mucho más contundente14 (NE-II).
En cuanto a la comparación con otros fármacos antiparkinsonianos, la LD es sin duda el más potente (con la posible excepción de apomorfina) y mejor tolerado. La LD es claramente superior a los agonistas y al resto de fármacos auxiliares1,15,16 (NE-I).
Las formulaciones de LD de liberación prolongada o retardada son eficaces en la EP, aunque no suponen ventaja frente a la LD estándar ni evitan la aparición de complicaciones motoras17. Estos preparados solo se consideran útiles para la acinesia nocturna y acinesia matutina, pero no suponen una ventaja en el resto de situaciones17 (NE-I).
El excelente trabajo ELLDOPA, hoy ya clásico, mostró que la LD era eficaz en la EP inicial, que existe una clara relación dosis respuesta y que el efecto a largo plazo sintomático se prolonga hasta la segunda semana como mínimo18 (NE-I). No obstante, la administración de LD en la EP inicial puede asociarse a la presencia más precoz de complicaciones motoras, especialmente en pacientes jóvenes1,18 (NE-I).
Recientemente, un interesante trabajo liderado por Verschuur19 estudió en EP inicial si la LD precoz suponía alguna ventaja respecto a LD administrada tras 6 meses. El estudio confirmó que, a las 80 semanas, la situación era similar en ambos grupos (inicial y tardío), con ello, el efecto neuroprotector de la LD parece no cumplirse, pero el grupo precoz consiguió una contundente mejoría funcional durante los primeros 6 meses. No se observó una diferencia significativa entre ambos grupos respecto a complicaciones motoras. En resumen, la LD no parece ser neuroprotectora, pero tampoco parece incrementar las complicaciones motoras si se usa precozmente a dosis reducidas19 (NE-I).
La LD sigue siendo eficaz en pacientes con EP avanzada con fluctuaciones motoras y no motoras1,20 (NE-IV). Ante la presencia de complicaciones motoras, es razonable aumentar la frecuencia o dosis, aunque idealmente parece prudente limitar la dosis total a menos de 500-600 mg al día1,21 (NE-II).
Recientemente se ha comercializado la LD inhalada. La LD inhalada se absorbe por el árbol bronquial y, a diferencia de la LD oral, no se asocia con carbidopa ni benserazida22-24. La acción de la LD inhalada es rápida, y la mayor parte los pacientes evaluados en ensayos clínicos responden durante los primeros 20 minutos tras la inhalación23,34 (NE-I). La LD inhalada es un fármaco adyuvante a demanda (on demand en inglés), eficaz en la mayoría de los casos, su utilidad ha sido confirmada en estudios rigurosos22-24NE-I). Es eficaz en fenómenos off fin de dosis23,34 (NE-I), incluida la acinesia matutina, y otras fluctuaciones más complejas o impredecibles.
El efecto secundario más frecuente es la tos y la irritación bronquial, que suele tolerarse sin problemas mayores22-24. El entrenamiento al paciente es un factor clave para la buena tolerancia y cumplimiento25 (NE-IV).
Las nuevas formulaciones de LD dirigidas al tratamiento de las fluctuaciones se tratan en el capítulo 7 (pag. 155). La infusión subcutánea y las infusiones continuas intraduodenales de LD se tratan en el capítulo 8 de este manual, dedicado a terapias de segunda línea (pag. 179).

Bibliografía
1. Foltynie T, Bruno V, Fox S, et al. Medical, surgical, and physical treatments for Parkinson’s disease. Lancet. 2024 Jan 20;403(10423):305-324.
2. Mercuri NB, Bernardi G. The ‘magic’ of L-dopa: why is it the gold standard Parkinson’s disease therapy? Trends Pharmacol Sci. 2005; 26: 341-344.
3. LeWitt PA. Levodopa therapy for Parkinson’s disease: Pharmacokinetics and pharmacodynamics. Mov Disord. 2015 Jan;30 (1):64-72.
4. De Deurwaerdère P, Di Giovanni G, Millan MJ. Expanding the repertoire of L-DOPA’s actions: A comprehensive review of its functional neurochemistry. Prog Neurobiol. 2017 Apr;151:57-100.
5. Albin RL, Leventhal DK. The missing, the short, and the long: levodopa responses and dopamine actions. Ann Neurol. 2017;82:4-19.
6. Jenner P, Falup-Pecurariu C, Leta V, et al. Adopting the Rumsfeld approach to understanding the action of levodopa and apomorphine in Parkinson’s disease. J Neural Transm (Vienna). 2023 Nov;130 (11):1337-1347.
7. O’Keeffe GC, Tyers P, Aarsland D, et al. Dopamine-induced proliferation of adult neural precursor cells in the mammalian subventricular zone is mediated through EGF. Proc Natl Acad Sci U S A. 2009 May 26;106 (21):8754-9.
8. Chiu WH, Depboylu C, Hermanns G, et al. Long-term treatment with L-DOPA or pramipexole affects adult neurogenesis and corresponding non-motor behavior in a mouse model of Parkinson’s disease. Neuropharmacology. 2015 Aug;95:367-76.
9. Rajput AH, Rajput ML, Robinson CA, et al. Normal substantia nigra patients treated with levodopa - Clinical, therapeutic and pathological observations. Parkinsonism Relat Disord. 2015 Oct;21 (10):1232-7.
10. Rascol O, Brooks DJ, Korczyn AD, et al. A five year study of the incidence of dyskinesia in patients with early Parkinson’s disease who were treated with ropinirole or levodopa. 056 Study Group. N Engl J Med 2000;342:1484-91.
11. Zhang Q, Chen X, Chen F, et al. Dopamine agonists versus levodopa monotherapy in early Parkinson’s disease for the potential risks of motor complications: A network meta-analysis. Eur J Pharmacol. 2023 Sep 5;954:175884.
12. García-Ruiz PJ, Del Val J, Fernández IM, et al. What factors influence motor complications in Parkinson disease?: a 10-year prospective study. Clin Neuropharmacol. 2012 Jan-Feb;35 (1):1-5.
13. Cilia R, Akpalu A, Sarfo FS, et al. The modern pre-levodopa era of Parkinson’s disease: insights into motor complications from sub-Saharan Africa. Brain. 2014 Oct;137(Pt 10):2731-42.
14. Pérez-Lloret S, Rey MV, Fabre N, et al. Prevalence and pharmacological factors associated with impulse-control disorder symptoms in patients with Parkinson disease. Clin Neuropharmacol. 2012; 35:261-5.
15. PD Med Collaborative Group; Gray R, Ives N, Rick C, et al. Long-term effectiveness of dopamine agonists and monoamine oxidase B inhibitors compared with levodopa as initial treatment for Parkinson’s disease (PD MED): a large, open-label, pragmatic randomised trial. Lancet. 2014 Sep 27;384 (9949):1196-205.
16. Xie CL, Zhang YY, Wang XD, et al. Levodopa alone compared with levodopa-sparing therapy as initial treatment for Parkinson’s disease: a meta-analysis. Neurol Sci. 2015 Aug;36 (8):1319-29.
17. Koller WC, Hutton JT, Tolosa E, et al. Immediate-release and controlled-release carbidopa/levodopa in PD: a 5-year randomized multicenter study. Carbidopa/Levodopa Study Group. Neurology. 1999 Sep 22;53 (5):1012-9.
18. Fahn S, Oakes D, Shoulson I, et al.; Parkinson Study Group. Levodopa and the progression of Parkinson’s disease. N Engl J Med. 2004 Dec 9;351(24):2498-508.
19. Verschuur CVM, Suwijn SR, Boel JA, et al.; LEAP Study Group. Randomized Delayed-Start Trial of Levodopa in Parkinson’s Disease. N Engl J Med. 2019 Jan 24;380 (4):315-324.
20. Armstrong MJ, Okun MS. Diagnosis and Treatment of Parkinson Disease: A Review. JAMA. 2020 Feb 11;323 (6):548-560.
21. Tran TN, Vo TNN, Frei K, et al. Levodopa-induced dyskinesia: clinical features, incidence, and risk factors. J Neural Transm (Vienna). 2018 Aug;125 (8):1109-1117.
22. LeWitt PA, Hauser RA, Grosset DG, et al. A randomized trial of inhaled levodopa (CVT-301) for motor fluctuations in Parkinson’s disease. Mov Disord. 2016; 31:1356-65.
23. LeWitt PA, Hauser RA, Pahwa R, et al. SPAN-PD Study Investigators Safety and efficacy of CVT-301 (levodopa inhalation powder) on motor function during off periods in patients with Parkinson’s disease: a randomised, double-blind, placebo-controlled phase 3 trial. Lancet Neurol. 2019 Feb;18 (2):145-154.
24. Glenardi G, Handayani T, Barus J, et al. Inhaled Levodopa (CVT-301) for the Treatment of Parkinson Disease: A Systematic Review and Meta-analysis of Randomized Controlled Trials. Neurol Clin Pract. 2022 Apr;12 (2):139-148.
25. Hauser RA, LeWitt PA, Waters CH, et al. The Clinical Development of Levodopa Inhalation Powder. Clin Neuropharmacol. 2023 Mar-Apr 01;46 (2):66-78.


